Y no sólo Portman, sino también el director de la cinta y todos los involucrados en el proyecto que hicieron creer a la gente que la israelí había ejecutado todas y cada una de las coreografías de la película.
Natalie Portman ganó el mes pasado un premio de la academia por Mejor Actriz, precisamente por su papel en Cisne Negro, y muchos creen que su preparación como bailarina tuvo mucho qué ver en su triunfo. Y es que la ejecución de cada una de las coreografías es excelente, tanto que hace creer que su personaje es toda una profesional del ballet de verdad.
Pues tal vez la que vimos en pantalla ejecutando las coreografías sí que fue una profesional. Eso es lo que alega Sarah Lane, quien asegura que Portman ejecutó sólo un 5% del total de las coreografías y que lo demás corrió a cargo de ella.
"Querían crear la idea en la mente del público de que Natalie era una especie de prodigio o muy dotada en el baile, y que realmente trabajaron muy duro para hacer de ella una bailarina en un año y medio para la película, básicamente por el Óscar.
Es denigrante no sólo para mí sino para la profesión. He estado haciendo esto durante 22 años. ¿Puede convertirse a alguien en un pianista de conciertos en un año y medio, incluso siendo una estrella de cine?"
Pues toma ya. Aunque, sea como fuere, lo indudable es que la interpretación de la israelí cumple y con creces, independientemente de si ejecutó o no las coreografías de la cinta.
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